SOÑAR NO CUESTA NADA
Ayer "El Mercurio" en su cuerpo de Reportajes publica en exclusiva un articulo escrito por la Sra Michelle Bachelet, titulado " Los sueños que inspiran mi mandato ". A un año del actual gobierno de la Concertación,en lo personal más que leer los sueños de la Presidenta Michelle Bachelet, me habría gustado oír sus múltiples explicaciones respecto al Gobierno desastroso que a ella le ha tocado encabezar.
Segun la Real Academia Española de la Lengua, "sueños" es: "Cosa que carece de realidad o fundamento, y, en especial, proyecto, deseo, esperanza sin probabilidad de realizarse"
Por lo tanto me gustaria decirle a la señora Bachelet que una cosa son los sueños y otra cosa son las realidades.
El articulo en cuestion tiene un mal comienzo. La democracia se funda, cambios más, cambios menos, en las estructuras de la Constitución de 1980, aprobada bajo "la dictadura". El modelo económico y social, y en particular la apertura internacional, se lo debemos a ésta.
Siempre nos encontramos cuando buscamos los ideales, los objetivos. Pero a la hora de construir, es cuando la gente tiene que mostrar su efectividad. Y, lamentablemente, lo que ha mostrado el gobierno de Bachelet hasta la fecha tiene poco que ver con los sueños.
Yo no sé si uno puede sentir orgullo del Transantiago, la corrupción, de la situación de la educación pública, de los hospitales, de la situación de las regiones.
La carta de la Presidenta no contiene ni el anuncio de una novedad, ni la notificación de una desgracia, ni un ideario político, ni una enumeración de proyectos. Nada. Es como esas cartas sin noticia en las que el único propósito de quien las escribe es que sepamos que está viva, que no la olvidemos y que sigamos confiando.
Por eso, más que una carta a todos nosotros, la Presidenta se ha dirigido a quienes forman parte de su gobierno, habitan el palacio y juegan al take over.
Así y todo, el intento de reorientar el proyecto histórico de la Concertación, mediante un Estado con protección social, y el empeño, todavía vivo, de renovar las élites y cultivar la paridad son aspectos que conviene destacar.
En suma, la carta dice que el Bacheletismo no ha muerto. La prueba pálida, pero prueba al fin es que escribe cartas.
Ella cree que un Estado puede controlar y hacer bien, porque tiene una imagen idealizada del Estado. Es una visión romática que no se ve en la realidad, más cuando en Chile vemos más que un interés por el bien común en el Transantiago, EFE y otros casos, vemos robos, intereses personales e ineficiencias.
En los sueños estamos todos de acuerdo, pero no todos son sueños, sino recetas que funcionen. Y las recetas en que ella cree llevan a fracasos como los que hemos visto en todos estos ámbitos.
Tengo la impresión que la Presidenta usa las recetas socialistas que no han resultado en ningún país.
En su somnoliento escrito no hay una sola mención a la situación que más preocupa a los chilenos. El 40% de ellos vive en la capital y, a raíz de un plan puesto en práctica por su Gobierno, han perdido calidad de vida. El 60% restante contempla abismado cómo se destinan miles de millones de dólares en Santiago, desviando los de las regiones.
"Las pymes han sido y seguirán siendo prioridad de mi gobierno".
¿Qué?
¡Por favor! Si le acaban de rechazar un proyecto por olvidarlas. Ella reclama más Estado para perfeccionar el mercado. ¿No será que esa política de "más Estado" ha impedido operar al mercado y genera cesantía?.
¿No merecía también una reflexión otro de los problemas que más preocupan a los chilenos, la delincuencia?...
Está bien soñar. Pero, si se gobierna, no se debe olvidar la realidad.