miércoles, 11 de julio de 2007

¡ QUE BUEN PAIS NOS LEGARON !


El lunes había doble celebración. Una, la presentación del libro de Patricia Arancibia y Francisco Balart sobre Sergio de Castro, artífice del modelo económico. La otra, el aniversario de Chacarillas, que en 1977 sentó las bases del modelo democrático.

Era un año bueno para Chile. Casi se había derrotado la amenaza terrorista, muy grave y de la cual hoy los cerebros lavados no recuerdan nada. La guerrilla marxista tenía unos 10 mil hombres en armas (ver "Altamirano", de Patricia Politzer, p. 33, donde el primero detalla la contabilidad por cada partido de la UP). Y, según un informe de la OEA ("La Segunda", 13.07.90), entre 1970 y 1973 ingresaron ilegalmente 12 mil extranjeros al amparo del gobierno. Es decir, probablemente más de 20 mil irregulares. Las FARC colombianas, con 15 mil, no han podido ser derrotadas en muchos años, causando decenas de miles de muertes. Los uniformados chilenos, mediando apenas tres mil 197 bajas (de las cuales 423 fueron asesinatos terroristas), derrotaron a la guerrilla. El país tenía razones para estar tranquilo y agradecido. Ese año sólo cayeron, según el Informe Rettig, 25 personas en la lucha, número que se redujo a nueve al siguiente. La gran mayoría de las bajas ocurrió en los inicios (de hecho, mil 823 sólo entre septiembre y diciembre de 1973).

Hoy algunos pretenden desvirtuar la obra aludiendo a los derechos humanos. ¡Qué tupé! La peor amenaza a los derechos humanos en Chile la plantearon los partidos de izquierda, al constituir grupos armados para, matando a otros chilenos, hacerse del poder. Los uniformados nos salvaron de eso. ¿Fueron demasiado drásticos? Lean lo que dice Bill Clinton, un izquierdista norteamericano, sobre cómo lidiar con el terrorismo. Refiriéndose a Osama Bin Laden afirma: "Yo intenté acabar con su vida... No lo conseguí y lo lamento, pero me acerqué a él más que nadie" ("El Mercurio", 25.09.06). ¿Tentativa de crimen de lesa humanidad? Atención, Garzón: orden de arresto internacional contra Clinton.

Bueno, acá la izquierda podrá habernos lavado el cerebro, pero tenemos un modelo económico y un modelo político admirados en el mundo. El primero, formulado por los Chicago Boys con el respaldo de Pinochet. El segundo, por los constitucionalistas, encabezados por Jaime Guzmán, también con el respaldo de Pinochet. Por eso en la encuesta mundial de CNN, cuando éste murió, ganó la opción "salvador" a la de "tirano".

En 1977 podíamos andar tranquilos por calles libres de delincuentes, vivir en un país que comenzaba a crecer aceleradamente, dejando atrás la ruina económica, la escasez y la hiperinflación de la UP. Por eso, en 1980 el pueblo votó a favor de la Constitución y designó a Pinochet Presidente por ocho años, con una mayoría confirmada por las encuestas.

Que hoy algunos malandrines, insignes falsificadores de la verdad histórica, advenedizos de la democracia que querían destruir, hablen lo que quieran. Los amparan las garantías constitucionales concebidas en Chacarillas y materializadas en la Constitución. Que hablen de "horrores", como llaman a la derrota de su proyecto armado totalitario. Me quedo con la confesión del ex guerrillero marxista Jorge Masetti, para quien el mayor horror habría sido el triunfo de la izquierda.

Por eso, el lunes la antorcha pasó a manos de otros 77 jóvenes que, junto a un millar de mayores, cantamos la tan pertinente estrofa de agradecimiento: "Vuestros nombres, valientes soldados, (...) nuestros pechos los llevan grabados..., los sabrán nuestros hijos también".
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PODRAN CAMBIAR EL NOMBRE DE LAS CALLES, PODRAN PLAGAR EL PAIS CON SUS ESTATUAS, LO QUE NO PODRAN CAMBIAR JAMAS ES LA HISTORIA RECIENTE DE CHILE "LA HISTORIA ES NUESTRA AL IGUAL QUE SU VERDAD" Verdad y Libertad