TRANSANFIASCO


A menos de 48 horas del inicio del Transantiago nada hace presagiar que este proyecto emblematico del oficialismo, no transforme la vida de los capitalinos en un verdadero infierno.

Como todos los proyectos de la Concertación entrará en funciones después de múltiples postergaciones y demostrando un alto grado de improvisación.

No esperemos que se cumplan las premisas de viajes más rápidos, cómodos y seguros, así como hemos de desechar la oferta de la rebaja de las emisiones de contaminantes o las que hablaban de lo silencioso de sus motores y del nuevo trato a los pasajeros.

Las rutas de circulación, calles y avenidas, siguen estando en un estado deplorable, las máquinas en circulación ya muestran constantes desperfectos, el simple “disfraz” de las micros amarillas no arregla la incomodidad de estos buses, el carrozado de los buses nuevos, sean estos articulados o simples, deja mucho que desear en cuanto a la falta de confort de los viajeros, el sistema de informaciones a los usuarios, a pesar de la intensa campaña publicitaria, es simplemente deplorable, el alza de las tarifas por si solo es un atentado a los más débiles de nuestra sociedad, con el agravante de que ya se sabe que tendrán alzas permanentes usando el mismo polinomio del sistema anterior, con el sutil agregado de los posibles aumentos por evasión de cancelación del transporte.

Para los provincianos no se consideró provisión de tarjetas de pago, por lo que sus venidas a Santiago serán sumamente dificultadas.

Las peripecias que hasta ultimo momento sufren los usuarios para obtener la tarjeta bip, que ciertamente sub-dimensionó las necesidades, la absoluta desorientación de los usuarios, la falta de información clara, una infraestructura vial deficiente, una clara falta de capacitación a los operadores hacen prever que Santiago desdeel proximo Sabado se transformará en una ciudad caótica, por lo que a la recomendación, ampliamente difundida de salir “un poco antes” a sus labores cotidianas, sugiero a los capitalinos tomar las precauciones de salir de sus hogares con mucha anticipación, para tener viajes más demorados, lentos e incómodos, a la vez de estar preparados para el bombardeo sonoro de “artistas” callejeros y vendedores ambulantes que le doblaron la mano al Gobierno so pena de que quedara al descubierto la inmensa cesantía disfrazada que existe.

Ojala que el fiasco que se pronostica haga meditar a la ciudadanía sobre la escasa capacidad con que están actuando nuestros gobernantes y que a la vez coopere a desenmascarar el burdo engaño que implica tratar de sostener la imagen de estadista y realizador del fantoche Ricardo Lagos, al que una vez más, lo que ya es reiterativo, se le caen los proyectos “emblemáticos”.